Evolución y Conducta

Como se diferencian los organismos a lo largo del tiempo y los antecedentes evolutivos del alcoholismo y la drogadicción.

Xavier Loeza
10 min readOct 26, 2019

1.1 - La evolución de la conducta

Para estudiar integralmente la conducta se tienen que conocer en primer lugar los mecanismos que provocaron que ésta emergiera. Bajo esta perspectiva, forzosamente se tiene que hablar de la evolución de las especies ya que es un proceso que ha moldeado todos los organismos existentes en este planeta, tanto de manera directa como indirecta, e incluso se han establecido disciplinas que pretenden estudiar a la conducta considerando este contexto. La psicología evolucionista, por ejemplo, se derivó en la década de los 70’s de la sociobiología. Esta rama del conocimiento funciona bajo la noción de que no se puede entender el comportamiento ni los estados psicológicos internos, sin considerar en su análisis la influencia que la evolución tuvo sobre la conducta y sobre la psique (Sapolsky, 2010a).

La evolución es el proceso mediante el cual las especies buscan sobrevivir por medio de la adaptación a un medio ambiente siempre cambiante, siendo uno de sus mecanismos más importantes las mutaciones genéticas aleatorias. A lo largo de las generaciones, un pequeño porcentaje de estas últimas conllevan una mejora adaptativa y por lo tanto es más probable su conservación por medio de la selección natural descrita por Darwin.

Aunque en sus inicios fue controversial y en algunos sectores de la sociedad lo sigue siendo, actualmente la “teoría” de la evolución es aceptada por la gran mayoría de la comunidad científica. Con base en el conocimiento acumulado de los últimos 500 años, es imposible que la especie humana no haya sido afectada de una manera u otra por los mismos mecanismos darwinianos involucrados en el proceso evolutivo de todas las demás especies, debido a que compartimos un antepasado en común en la cadena filogenética que originó todas las formas de vida de este planeta (Darwin, 1859). Sin embargo, aunque el origen sea el mismo los organismos tienden a diferenciarse.

Gorila - Ese Hombre quiere reclamar mi Pedigrí. Él dice que es uno de mis Descendientes.
Sr. Bergh - Ahora, señor Darwin, ¿por qué lo insulta de esa forma?

Es un hecho que las características que presentan las poblaciones cambian a lo largo del tiempo, por lo que si cambian lo suficiente puede llevarse a cabo un proceso llamado especiación, en el cual ocurre la generación de nuevas especies (Sapolsky, 2010b). Estos mismos procesos evolutivos eventualmente se traducen en comportamientos observables.

Esto significa que hay características heredables que pasan de una generación a la siguiente y simultáneamente hay una variabilidad en las mismas. Siendo algunas de estas características de tipo conductual (Manrique, 2011).

Hay muchos factores involucrados en la evolución del ser humano, tanto física como cognitivamente, entre estos últimos, una de las hipotesis más estudiadas es la del cerebro social; ésta fue desarrollada después de que se identificara en diversos primates una relación entre el volumen del neocortex comparado con el resto de cerebro y la variabilidad en cuanto al tamaño del grupo promedio de la especie (Dunbar, 2009). Observando que el poder computacional del cerebro aumento como respuesta al aumento de la complejidad de las dinámicas sociales en las que estaba involucrado, así como para intentar contribuir con los esfuerzos del grupo, por ser un animal social. Por lo tanto, parte del poderío cognitivo de la humanidad surgió como resultado de una interacción reiterada con el medio social por un periodo de tiempo prolongado (McGlynn, 2011).

Para estudiar el comportamiento desde la tradición darwiniana se considera que hay conductas heredables que pueden permanecer durante muchas generaciones. Esto toma importancia al tomar en cuenta que el consumo y por consecuencia la adicción al alcohol es milenaria, considerando que hay evidencia de su consumo desde hace aproximadamente 9000 años (Curry, 2017).

Incluso se ha propuesto que su consumo es anterior a la especie humana como tal, siendo una de las hipótesis que ha ganado mayor peso la del “primate borracho” (the drunken monkey hypothesis). Ésta retoma la observación de que el ingrediente activo común en todas las bebidas alcohólicas es compuesto por levaduras: las cuales son organismos unicelulares involucrados en el proceso de fermetación que secreta dióxido de carbono y etanol como consecuencia de la obtención de energía por medio de la glucosa (Stephens & Dudley, 2004).

La mayoría de los fabricantes de cerveza las usan, pero al ser tan diversas es probable que hayan estado fermentando frutas silvestres durante aproximadamente 120 millones de años, siendo consumidas a a su vez por antepasados del Homo sapiens (Dudley, 2000).

The Stone Ape Hypothesis. Análoga a la hipótesis de Dudley, propuesta por Terence McKenna. Plantea que el desarrollo cerebro-cortical de los ancestros del hombre fue facilitado por la ingesta de organismos del Reino Fungi (hongos), que a lo largo de las generaciones impulsó el proceso de cefalización en los antepasados del Homo sapiens. Lo cual volvería a su uso una de las primeras adaptaciones tecnológicas de nuestra historia evolutiva. Hipótesis apoyada debido a que el consumo de dichos organismos está ampliamente extendido en otros especies primates del Reino Animal, incluso actualmente.

Por lo que queda establecido que el impulso que guía al individuo hacia determinadas conductas tiene una fuerte base biológica que no puede ignorarse casualmente ya que tiene una larga historia evolutiva subyacente, por lo que se tiene que tomar en cuenta el componente genético de la adicción. De esta forma se tiene un mayor entendimiento de la predisposición natural hacia la manifestación de determinadas conductas.

Reiteradamente se ha propuesto la existencia de un cerebro pre-adicto por consecuencia de la carga genética con la que cuenta o debido a cambios en la misma por su interacción con el ambiente por medio de mecanismos que son estudiados por la epigenética (Ruiz et al., 2012).

Cabe mencionar que el desarrollo de esta disciplina reabrió un debate que se creía concluido al reconsiderar la noción de la herencia de rasgos adquiridos famosamente sugerida por Lamarck, pero que en los últimos años se ha visto apoyada por la investigación genómica reciente.

La línea de investigación que estudia la transmisión de fenotipos adquiridos se ha centrado en los ARN y en las modificaciones del mismo, y una de las conclusiones a las cuales han llegado es que ciertos rasgos adquiridos paternalmente por exposiciones o experiencias ancestrales pueden ser “memorizados” en el esperma como información epigenética (Chen et al,. 2016).

Una hipótesis interesante al considerar el binomio comportamiento-evolución, es el efecto Baldwin o como el aprendizaje adaptativo individual pueda afectar fenómenos evolutivos (Baldwin, 1902). Este modelo indica que ante un cambio, los especímenes más flexibles física o cognitivamente aprenderán nuevos comportamientos adaptativos haciendo que estas conductas sean naturalmente conservadas, por lo que a lo largo de las generaciones estos comportamientos adquiridos dejarán remanentes conductuales que provocarán respuestas innatas similares a las conductas adaptativas adquiridas en primer lugar, manifestándose como respuestas instintivas (Sznajder et al,, 2012).

Efecto Baldwin: Al hablar del individuo como uno de los factores más importantes para la evolución y por consecuencia la supervivencia de la especie, nos topamos con la implicación sociocultural que señala la importancia que le han atribuido al mismo diversas tradiciones religiosas a lo largo de la historia. Siendo en el Cristianismo Jesucristo la representación simbólica del individuo perfecto, aquél que a través del sacrifico y sufrimiento contribuye al desarrollo del todo. Fuente: Britannica

Una vez mencionado lo anterior, retomemos la evidente importancia que tiene la carga genética en el surgimiento de la adicción, en la cual se ha identificado el papel de los genes ADH1B y ALDH2 como los que presentan los efectos más fuertes conocidos sobre el riesgo de alcoholismo, aunque también se han revelado otros genes cuyas variables también se relacionan con dicha predisposición como es el caso de GABRA2, CHRM2, KCNJ6, y AUTS2 (Edenberg et al., 2013).

Tambien se han llevado a cabo investigaciones en los hijos de personas con antecedentes generacionales de alcoholismo, descubriendo que tienen mayor probabilidad de presentarlo. Aunado al factor ambiental que consiste en la accesibilidad de la sustancia en un ambiente en donde es frecuente su consumo.

Esta susceptibilidad al consumo de alcohol también es acompañada en ocasiones por una disminución comparativa de las funciones cognitivas dependientes del lóbulo frontal posterior a su consumo, con respecto a individuos sin ningún historial de alcoholismo familiar (Peterson et al., 2015).

Este tipo de conclusiones usualmente son obtenidas mediante el estudio de diversas poblaciones, principalmente gemelos y adoptados (Goldman et al., 2005).

Desde hace décadas, diversos estudios animales también refuerzan la teoría de un componente genético; en la bibliografía consultada se ha reportado la reproducción selectiva de ratas y ratones con base en la presencia de características asociadas a la dependencia alcohólica, tales como la preferencia por el alcohol, la sensibilidad al mismo y la sensibilidad a la abstinencia. Se ha concluido que el poder seleccionar específicamente estas características demuestra que hay una base genética para las mismas (McBride,1998).

En los últimos años, la investigación del comportamiento humano ha llegado a conclusiones inéditas al considerar que muchos de los factores que guían el comportamiento humano escapan en grado variable del control consciente, ya que los seres humanos contamos con un sustrato biológico compuesto por sistemas motivacionales independientes de un individuo en particular (Pinker, 2005).

Para entender este punto sólo es necesario una revisión breve de las funciones autónomas de cuerpo humano para poder observar que no estamos en completo control de nosotros mismos, no en el sentido que usualmente conceptualizamos.

Sistema Nervioso Autónomo y su respectiva clasificación en Simpático y Parasimpático.

Las funciones autómatas son más sofisticadas que nuestra funciones cognitivas superiores y filogenéticamente recientes, por ejemplo, la regulación de las funciones vitales, la secreción hormonal o la activación del arco reflejo requiere poca o nula intervención de los componentes neuronales de la corteza cerebral.

Esto toma mayor importancia ya que en muchas ocasiones el comportamiento adictivo (principalmente la ansiedad anticipatoria) escapa del control del adicto en cuestión, debido al “secuestro” de la maquinaria neuronal por parte del compuesto farmacológico que está provocando la adicción; en otras palabras, un ciclo de desregulación en espiral del sistema de recompensa que incrementa progresivamente y resulta en el uso compulsivo y descontrolado de la sustancia (Koob et al., 2001).

Inclusive la Asociación Psiquiátrica Americana y el DSM-V (2013) explican que el efecto del compuesto farmacológico puede ser tan intenso que el adicto puede descuidar otras actividades para seguir consumiendo la droga, lo cual nos invita a establecer un enfoque más empático de la adicción (Saraswat, 2016).

Una vez revisada la literatura que explora la evolución de la conducta y el fenómeno de la herencia (incluyendo rasgos adquiridos), se han establecido las bases teóricas que permiten proponer -con suficiente evidencia-, que hay marcadores psicofisiológicos que predisponen potencialmente a diferentes conductas, entre ellas el alcoholismo.

Representación de la Kundalini. Energía vital intangible que descansa en el cuerpo humano.

PPrimer apartado del Marco Teórico del trabajo recepcional: “Autocontrol relacionado al consumo de alcohol en estudiantes de Ingeniería y Medicina de la Universidad Veracruzana”.

Referencias:

1- Sapolsky, R. (2010a). 1. Introduction to Human Behavioral Biology. 15/09/19, De Stanford University. Online. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=NNnIGh9g6fA

2- Darwin, C. (2008). El origen de las especies. Xalapa, Veracruz. Ed. Universidad Veracruzana. Bilbioteca del Universitario. ISBN: 9688347817

3- Sapolsky, R. (2010b). 2. Behavioral Evolution. 15/07/19, De Stanford University. Online. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Y0Oa4Lp5fLE

4- Manrique, H. (2011). La contribución de Darwin al surgimiento de la psicología evolutiva. Rev. Psicol. Univ. Antioquia, 3(2). 17/07/19, De Pepsic.bvsalud.org. Disponible en: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2145-48922011000200007

5- Dunbar, R. (2009). The social brain hypothesis and its implications for social evolution.. Ann Hum Biol., 36(5), 562–72. 25/09/19, De US National Library of Medicine National Institutes of Health. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19575315

6- McGlynn, T. (2010) How Does Social Behavior Evolve? Nature Education Knowledge 3(10):69. Disponible en: https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/how-does-social-behavior-evolve-13260245/

7- Curry, A. (2017). Our 9,000-Year Love Affair With Booze. National Geographic Magazine. February 2017. 04/06/19, Recuperado de NationalGeographic.com. Disponible en: https://www.nationalgeographic.com/magazine/2017/02/alcohol-discovery-addiction-booze-human-culture/

8- Stephens, D. Dudley, R.K. 2004. The Drunken Monkey Hypothesis. Natural History, 113(10): 40–44. Disponible en: https://repository.si.edu/bitstream/handle/10088/3748/Stephens_and_Dudley.pdf

9- Dudley, R. (2000). Evolutionary Origins of Human Alcoholism in Primate Frugivory. The Quarterly Review of Biology, 75(1), 3–15. 04/07/19. De Researchgate. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/12593460_Evolutionary_Origins_of_Human_Alcoholism_in_Primate_Frugivory

10- Ruiz, A. Diaz, M. Lopez, A. Caynas, S. Garcia, O. (2012). El cerebro adicto. Revista Médica. Volumen especial. Disponible en: https://www.uv.mx/rm/num_anteriores/revmedica_vol_especial_2012/articulos/el_cerebro.pdf

11- Chen, Q. Yan, W. Duan, E. (2016). Epigenetic inheritance of acquired traits through sperm RNAs and sperm RNA modifications. Nature Reviews Genetics. 17, 733–743. 29/08/19, De Nature. Disponible en: https://www.nature.com/articles/nrg.2016.106

12- Baldwin JM. Development and evolution. New York: MacMillan & Co; 1902.

13- Sznajder, B. Sabelis, M. Egas, M. (2012). How Adaptive Learning Affects Evolution: Reviewing Theory on the Baldwin Effect. Evolutionary Biology. 39(3):301–310. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3423563/

14- Edenberg, H.J. Foroud, T. (2013). Genetics and alcoholism. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 10(8): 487–494. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4056340/

15- Peterson, J. Finn, O’Pihl R. (2015). Cognitive dysfunction and the inherited predisposition to alcoholism. Journal of Studies on Alcohol, 53(2), 154–160. Disponible en: https://www.jsad.com/doi/10.15288/jsa.1992.53.154

16- Goldman D, Oroszi G, Ducci F. (2005). The genetics of addictions: uncovering the genes. Nat Rev Genet. 6(7):521–32. 23/07/19, De US National Library of Medicine National Institutes of Health Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15995696/

17- McBride, W. Li, T. (1998). Animal models of alcoholism: neurobiology of high alcohol-drinking behavior in rodents. Crit Rev Neurobiol;12(4):339–69. 29/08/19. De PubMed. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10348615/

18- Pinker, S. (2008). La Tabla Rasa o La Negación Moderna de la Naturaleza Humana. Rubí (Barcelona): Paidós Ibérica.

19- Koob, G. Le Moal, M. (2001). Drug Addiction, Dysregulation of Reward, and Allostasis. Neuropsychopharmacology, 24, 97–129. 05/06/19. De Nature. Disponible en: https://www.nature.com/articles/1395603

20- AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (APA). (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V-TR. Barcelona: Masson.

21- Saraswat, S. Kushwaha, S. Khundrakpam, N. (2016). Genetic Predisposition to Alcoholism. Journal of Public Health and Allied Sciences. 1(1). 06/10/19. De Researchgate. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/307167558_Genetic_Predisposition_to_Alcoholism

Arte: Alex Grey

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Xavier Loeza

estudiante | aspirante a psiquiatra; leo y comparto sobre psicología, neurociencia, religión y psicodelia; también escribo cuentos. IG/YT: @craneodevangogh